La Selva de Oza es un lugar ideal para el esparcimiento y el disfrute de las familias en plena naturaleza. El espacio cuenta con mesas de picnic repartidas por distintas áreas, un servicio de bar-restaurante, Camping, circuito de tirolinas "Bosque de Oza" y varias zonas de aparcamiento.
EXCURSIONES:
Se encuentra rodeada de picos de entre 2.300 y 2.700 metros, lo que la hace un punto de partida ideal para ascensiones de montaña, rutas y travesías senderistas que nos permitirán descubrir un poco mejor este territorio. Las cimas más destacadas de la zona son Peña Forca (2.390 m.), Punta Agüerri (2.540 m.) y Castillo de Acher (2.384 m.) Cualquier de estas ascensiones nos ofrece una panorámica diferente del valle y de la cordillera pirenaica más occidental.
Las rutas senderista y las travesías permiten descubrir algunas de las huellas que los antiguos habitantes de estos parajes dejaron en el valle. La más sorprendente, debido a su buena conservación, es la señal que los hombres del neolítico dejaron en Aguastuertas, a 1.600 metros de altura. En este lugar, que pertenece al municipio de Ansó, pero al que se accede desde la Selva de Oza, a través del valle de Guarrinza, los habitantes de hace 5000 años se construyeron un dolmen que hoy en día aún conserva su estructura primitiva.
Pero del Dolmen de Aguastuertas (término municipal de Ansó) no es el único resto megalítico que se encuentra en esta zona. Hasta 80 monumentos han sido catalogados, creando la que es considerada la mayor concentración de megalitos de la cordillera pirenaica. En la Selva de Oza, cerca del campamento de Ramiro el Monje, a parece el primer dolmen. Pero algo más arriba, en el paraje denominado la Corona de los Muertos, surgen unas concentraciones de enormes círculos de piedra, que han sido fechados entre los años 7000 y 5000 a. C.. En el interior de los círculos, las excavaciones han encontrado puntas de flecha de sílex y pequeños utensilios de piedra que hacen pensar en que son los restos de un poblado utilizado a lo largo de la historia desde la prehistoria hasta la época medieval.
En el valle de Guarrinza, entre los 1.200 y 1.400 metros, entre la Casa de la Mina y el barranco de El Barcal, se localizan unos cuatro dólmenes, una treintena de círculos de piedra y una decena de túmulos. De entre todos destaca el conocido como Camón de las Fitas, un interesante sepulcro en corredor. Finalmente, en el barranco de Acherito se hallan los últimos restos, tres dólmenes, uno muy bien conservado y con más de 18 metros en sus dos ejes, y un nuevo círculo de piedras. Una de las travesías más clásicas del valle de Hecho es la del ibón de Acherito, o su prolongación hasta el ibón de Estanés, en territorio francés, lo que nos permitirá descubrir otro de los ibones naturales que se concentran en este territorio, el de Arlet. El recorrido de los ibones forma parte de una de las pruebas deportivas más asentadas en Hecho, la Marcha de los Tres ibones, que se celebra en el mes de septiembre.
Desde la Selva también es el punto de partida de la travesía “La Senda de Camille”, que recorre algunos de los parajes más bellos del Parque Natural de Los Valles Occidentales, adentrándose en el vecino valle francés de Aspe y descubriendo algunos de los picos más representativos de esta zona, como el Petrechema, las Agujas d’Ansabere o los sorprendentes y siempre atractivos circo de Lescún y Gargate del Aspe. La travesía completa, en su versión circular, tiene una duración de unas 6 jornadas, en función de la forma física de cada uno, y a lo largo de la ruta existen diversos refugios debidamente equipados para descansar y reponerse de la caminata.